El motor eléctrico es, sin duda, la máquina eléctrica más representativa por su enorme variedad de formas y tamaños. Es un dispositivo que transforma la energía eléctrica que recibe por sus bornes en energía mecánica que transmiten por su eje mediante la acción de los campos magnéticos generados en sus bobinas. Estan compuestas principalmente por un estátor y un rotor.

El estator es la parte fija o estática de la máquina. Está formado por una carcasa en la que se fija una corona con ranuras de chapas de acero al silicio. Las chapas quedan aisladas entre sí por oxidación o por barniz aislante. El rotor es la parte móvil o giratoria de la máquina. Se sitúa en el inferior del estator y está compuesto por un grupo de chapas de acero apiladas que forman un cilindro solidario con el eje del motor.

Algunos de los motores eléctricos son reversibles, ya que pueden transformar energía mecánica en energía eléctrica funcionando como generadores o dinamo.

Los motores son utilizados en infinidad de sectores tales como instalaciones industriales, comerciales y particulares. Su uso está generalizado en ventiladores, vibradores para teléfonos móviles, bombas, medios de transporte eléctricos, electrodomésticos, puertas automáticas, ascensores, unidades de discos duros, impresoras, taladros, etc.

Los motores eléctricos funcionan con energía de Corriente Continua (C.C.), y con Corriente Alterna (C.A.).

El principio de funcionamiento de los motores de Corriente Continua C.C. están basados en el principio de inducción magnética. Disponemos de una espira a cuyos dos extremos colocamos unos anillos. Por ellos se deslizan unas escobillas que alimenta un galvanómetro. La espira va girando, por medio de una acción externa, alrededor de un eje y dentro del mismo campo.

La energía de corriente continua (C.C.) proviene de las baterías, los paneles solares, dínamos, fuentes de alimentación instaladas en el interior de los aparatos que operan con estos motores y con rectificadores rudimentarios.

Las máquinas de corriente continua se dividen en tres grupos según esté conectada la excitación. Por ser estas máquinas reversibles, existen dinamos y motores con excitación independiente, serie, derivación y compuesta.

La intensidad en el momento de arranque debe limitarse, en cualquier tipo de máquina a unos valores que no hagan peligrar la intensidad de los bobinados del inducido.

Según el tipo de excitación se deben tener precauciones a la hora de poner en funcionamiento un motor de corriente continua C.C.:

1. Para el motor shunt debe utilizarse algún dispositivo que desconecte el motor en caso de ausencia del campo en la excitación.

2. Para el motor serie, como la excitación está conectada en serie con el inducido, el embalamiento se produce cuando la carga disminuye de forma brusca o se anula accidentalmente. En esta situación disminuye la intensidad de excitación y, como consecuencia de esta disminución, el flujo se reduce, con lo que la velocidad aumenta.

Los motores de corriente alterna C.A. se dividen en síncronos y asíncronos según sea la velocidad de rotación de la parte móvil, y dependiendo también  de que coincida o no con la velocidad síncrona correspondiente a la frecuencia de la red de alimentación.

El principio de funcionamiento de estos motores de corriente alterna C.A. consiste en aplicar una corriente al bobinado estatórico o inductor, que genera un campo magnético giratorio que atraviesa los conductores del rotor, lo que provoca una reacción que hace que se ponga en movimiento; en este caso, esta reacción se produce por inducción, ya que el rotor, al contrario de lo que sucede en los motores de Corriente Continua C.C., no recibe tensión.

Dentro de los motores de Corriente Alterna asíncronos, por su conexión, tenemos los Trifásicos y Monofásicos. Los motores asíncronos trifásicos se conocen porque el campo giratorio es generado por un sistema de tres fases, las cuales se encuentran desfasadas 120˚. La mayoría de las máquinas actuales funcionan con motores asíncronos, y los tipos de rotor más utilizados son el rotor de jaula de ardilla, también llamado rotor en cortocircuito, y el rotor bobinado, denominado también motor de anillos.

Los motores de corriente alterna C.A. monofásicos son muy parecidos a los trifásicos, pero su rendimiento y el factor de potencia son bastantes inferiores. Además, a igualdad de potencia, son más voluminosos que los trifásicos, y su coseno de ϕ es mucho peor que en el caso de motores trifásicos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la corriente monofásica no genera un campo giratorio, sino alternativo. Por esta razón, los motores no pueden arrancar por sí solos, sino que necesitan de una fuerza  exterior que inicie el movimiento. Por este motivo se ha recurrido a diferentes formas constructivas que permitan el arranque del motor por sí solo. Entre ellos, existen muchos tipos de motores, pero los más utilizados son: con bobina auxiliar de arranque, de espira en cortocircuito y motores universales.

El motor universal es un tipo de motor monofásico que funciona indistintamente con C.C. y C.A. sin que por ello se vea modificada ninguna de sus características.

Si por circunstancia de funcionamiento fuese necesario invertir el sentido de rotación del motor asíncrono monofásico, es suficiente con invertir la conexión de uno de los bobinados.

La corriente alterna puede tomarse para su uso en motores eléctricos bien sea directamente de la red eléctrica, alternadores de las plantas eléctricas de emergencia y otras fuentes de corriente alterna bifásica o trifásica como los inversores de potencia.

Los motores de uso general con dimensiones y características más estandarizadas proporcionan la potencia adecuada al uso industrial. Los motores eléctricos más grandes se usan para propulsión de trenes, compresores y aplicaciones de bombeo con potencias que alcanzan 100 megavatios. Estos motores pueden ser clasificados por el tipo de fuente de energía eléctrica, construcción interna, aplicación, tipo de salida de movimiento, etcétera.


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